Apuntalado en su estrambótica mansión “Banco de plaza”, al este de Madrid, Tomás Marín nos abre sus puertas para ofrecernos esta entrevista exclusiva. Su cáfila de mayordomos atentos y serviciales nos ofrece un menú en el que se puede deleitar el paladar al abrirse una despensa repleta de caviar y Etiqueta Azul. A los pocos minutos aparece el autor (atlético, esbelto e imponente) y se dispone a charlar lo que transcribiremos a continuación:
Señor Entrevistador: Así que, por fin, tengo el honor de conocer a Tomás Marín; el único, el vanguardista, el glorioso. Lo más grande que le ha pasado a la literatura castellana desde Cervantes.
Tomás Marín: Tampoco diría yo tanto, pero muchas gracias.
Señor Entrevistador: Por favor, no trate de disimular con humildad lo que es una evidencia empírica.
Tomás Marín: Trataré.
Señor Entrevistador: ¿Por qué ha decidido ser escritor?
Tomás Marín: Para poder vivir sin tener que levantarme temprano.
Señor Entrevistador: También pudo haberse metido a vigilante.
Tomás Marín: O a vigilante y escritor, como Faulkner.
Señor Entrevistador: ¿Cómo lo trata Madrid?
Tomás Marín: Muy bien, es mi primera vez en Europa.
Señor Entrevistador: ¿Se ha convertido usted en miembro de ese grupo de gente cretina y pretenciosa a la que se le pega, en meses, el modo de hablar de otro país luego de vivir décadas en Venezuela?
Tomás Marín: Joder, tío, jolines, ¿cómo hostias se te ocurre que se me va a pegar un modo de hablar cuando mi acento es tan guay?
Señor Entrevistador: He leído “En caso de infierno, rompa el libro”, permítame felicitarlo por semejante pieza maestra.
Tomás Marín: Muchas gracias, pero debo admitir que no he estado solo, hay mucha gente detrás de mí.
Señor Entrevistador: ¿Por ejemplo?
Tomás Marín: La policía migratoria, la Guardia Civil y el chino de la tienda que me prestó cinco euros.
Señor Entrevistador: Ya veo.
Tomás Marín: Sí.
Señor Entrevistador: ¿Tiene miedo de que con este libro se le puedan subir los humos?
Tomás Marín: No, nunca he fumado.
Señor Entrevistador: ¿Qué ambiciona ahora?
Tomás Marín: Me conformo con un Nobel o una pizza.
tuve la oportunidad de estudiar con este ser”””!! y definitivamente es una persona digna de admirar y chamo elocuento estoy feliz por lo que ha logrado y por lo que vendra saludos hermano tomas!!
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Yo quisera , estimado Tomas, que a mi y a Piotr regalas tu libro como regalo de Navidad.Seria posible?saludos.
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