Tomás: Emigrar.
Johanna: Obviamente, todos sabemos lo que es emigrar.
Corinto: ¡Duh!
Tomás: Emigrar es irte de tu país.
Johanna: Pero no irte tipo.
Corinto: Bueno, chao a todos, me voy a la playa. Nos vemos en una semana.
Tomás: No.
Johanna: Emigrar es irte definitivamente de tu país.
Corinto: Hay emigrantes que tienen la fortuna de contar con gente que los espera en el lugar de destino.
Tomás: Familiares.
Johanna: Amigos.
Corinto: La policía.
Tomás: Pero hay gente que se va sola
Johanna: Teniendo que empezar desde cero.
Corinto: Literalmente.
Tomás: Desde cero.
Johanna: Tiene que buscar nuevos estudios.
Corinto: Un nuevo trabajo.
Tomás: Nuevos amigos.
Johanna: Recurrir a una nueva vida.
Corinto: Pero no recurrir tipo.
Tomás: ¡Rayos, qué mala suerte!
Johanna: Mario Bros se ha caído de la plataforma.
Corinto: ¡Pero no importa!
Tomás: Tengo 27 nuevas vidas a las que recurrir.
Johanna: ¡Qué bien!
Corinto: No.
Tomás: Esto es la realidad.
Johanna: Y hay que iniciar una nueva vida.
Corinto: Toda la odisea del emigrante comienza el día en el que decides irte de tu país.
Tomás: “Hoy amanecí como con ganas de irme de mi país”.
Johanna: Lo primero que debes hacer.
Corinto: Es concertar una cita.
Tomás: Pero no una cita tipo.
Johanna: “Hola, Cristina, ¿quieres tener una cita conmigo?
Corinto: No.
Tomás: Es una cita burocrática.
Johanna: En la que, luego de implorar.
Corinto: E implorar.
Tomás: E implorar.
Johanna: Para que te den la cita.
Corinto: Deberás enfrentarte a un sinfín de papeleos.
Tomás: Y trabas.
Johanna: Y papeleos.
Corinto: Y funcionarios pedantes.
Tomás: Y papeleos.
Johanna: Y trabas.
Corinto: Y respuestas tipo.
Tomás: Lo siento, señor, le falta un comprobante.
Johanna: Le falta una copia.
Corinto: Le falta la partida de nacimiento original de su tatarabuela; original, sellada y cotejada por Simón Bolívar.
Tomás: Y todo eso mientras ruegas.
Johanna: Que no te den la peor de las respuestas.
Corinto: La más desesperante.
Tomás: La más frustrante.
Johanna: La más vil.
Corinto: Señor, se cayó el sistema.
Tomás: Aunque, en realidad, “Se cayó el sistema” es un eufemismo para decir.
Johanna: Somos unos malditos vagos y no nos gusta trabajar.
Corinto: La reacción de la gente frente a tu emigración, suele variar.
Tomás: Hay quienes te apoyan.
Johanna: Quienes aplauden tu decisión.
Corinto: Y la secundan.
Tomás: Pero hay quienes no se hallan muy a gusto.
Johanna: Éstos se dividen en dos.
Corinto: Los tranquilos.
Tomás: Y los radicales.
Johanna: Los tranquilos te argumentarán algo tipo.
Corinto: Pero, ¿por qué te quieres ir del país?
Tomás: Si éste es el mejor país del mundo.
Johanna: No importa que tengamos inflación.
Corinto: Inseguridad.
Tomás: Déficit.
Johanna: Corrupción
Corinto: Saqueos.
Tomás: Odio.
Johanna: Dictadura.
Corinto: Debes quedarte aquí y luchar
Tomás: Los radicales, en cambio, te espetarán algo tipo.
Johanna: No puedo creerlo.
Corinto: ¡Te vas del país!
Tomás: Eres un apátrida.
Johanna: Un cobarde
Corinto: Un traidor.
Tomás: Un maldito.
Johanna: ¡Mátenlo!
Corinto: ¡Quémenlo!
Guion: T.M.
Fotografía: T.M.